Monday, October 10, 2005

La belleza decaída

Estira las horas sus alas de fuego, su valle de fuego. Todo lo consume, todo incinera.
La visión está construida en lenguaje, en palabras. Se hacen confusos los llamados significantes con los llamados significados, el sentido de las cosas, y las cosas mismas con o sin sentido.
El mito de los Beatles está lleno de historias que parecen ser fenómenos arraigados a una época temporal tan mítica como eso mismo. Allí aparecen otras voces, con el quiebre de una época, pero nadie puede explicar el cambio si es que lo hubo. ¿Cuál es la duda, cuál es la pregunta?
La belleza decadente: Hay un pez encerrado en una jaula de menos de un metro cuadrado, con sus escamas anaranjadas adaptadas para nada. ¿Será un prisionero? Un prisionero mudo al que resulta imposible preguntarle. Preguntarle por ejemplo qué lo llevó a ese lugar, por qué parece estar cumpliendo una condena, cuál fue la acción (o la decisión) que lo llevó hasta allí. Me entristecía pensar cómo vibraba la pecera al son de la electrónica, pero ahora pienso que parecía no importarle, que a lo mejor estaba a gusto. No puedo olvidar sus ojos desparejos y la gracia de su aleteo.

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